Enfermedades, Hongos, Jardines Chinamada
ENFERMEDADES – OÍDIO
En épocas de primavera – verano el servicio AgroCabildo del Cabildo de Tenerife, se pone tenso enviando avisos fitosanitarios indicando el riesgo de aparición de oídio en los cultivos, sobre todo en viña y papa. Para nosotros los jardineros es una buena referencia para conocer los riesgos de posibles brotes de esta enfermedad y tomar las medidas sanitarias oportunas. Y no es de extrañar, ya que en esta época del año se dan las condiciones óptimas para que aparezca, pero no hay que preocuparse, existen remedios eficaces para controlarla.
¿QUÉ ES EL OÍDIO?
Empecemos por entender qué es el oídio. Es un hongo (del reino: Fungi), un hongo como lo es la levadura, las setas o los mohos. La mayoría de hongos que producen oídio son ectoparásitos (algunos como la Leveillula son endoparásitos) y obligados, esto quiere decir que necesitan un medio vivo para desarrollarse, por ejemplo, los hongos que se desarrollan en excrementos no son obligados, sino facultativos.
La enfermedad que causan se conoce con el mismo nombre que el hongo, oídio o también oidiosis, oidiopsis, oidium, ceniza, cenicilla, polvillo, polvo, cenillera, roya, blanqueta y en algunas zonas muy concretas de nuestra geografía (Canarias) se dice «que viene la posma«, por la relación directa que hay entre la llegada de lluvia fina primaveral sumado al aumento de las temperaturas, dando como consecuencia unas óptimas condiciones para la proliferación de este hongo.
El oídio pertenece a la familia de hongos Erysiphaceae, dentro de la cual hay varios géneros de oídio. El más conocido es el Uncinula necator, ya que afecta a uno de los cultivos más importantes, económicamente hablando, la vid o viña.
Daño severo en racimo de uva por oídio

Daño por oídio en racimo
¿CÓMO ACTÚA?
Ataca a las partes aéreas de las plantas, hojas y tallos. Puede causar grandes pérdidas, incluso totales, en zonas propensas (como la nuestra) y más aún en variedades sensibles.
Afecta a muchas plantas:
- Plantas de jardín:
- Rosas: Podosphaera pannosa
- Claveles
- Crisantemos
- Begonias
- Plantas del huerto:
- Melones: Leveillulla taurica
- Algodón: Leveillulla taurica
- Leguminosas: Leveillulla taurica
- Pepinos: Podosphaera fusca
- Calabacines: Podosphaera fusca
- Calabazas: Podosphaera fusca
- Remolacha: Erysiphe betae
- Tomateras: Leveillulla taurica
- Frutales:
- Manzanos: Oidium farinosum
- Viña: Uncinula necátor
- Mangos: Oidum mangiferae
- Melocotoneros: Podosphaera pannosa
- Ciruelos: Podosphaera pannosa
- Albaricoques: Podosphaera pannosa
Ha desarrollado métodos para hospedarse en las plantas, tanto si son perennes como si no.
Su ciclo puede empezar desde 3 puntos diferentes:
- Desde un micelio latente:
- Un micelio es el típico pelillo blanco que vemos en los hongos, solemos verlo ya reproducido cuando una fruta se nos ha podrido en casa o en las plantas cuando están enfermas.
- Con condiciones óptimas (entre 15 y 28ºC y humedades superiores al 50%), los micelios latentes se desarrollan y penetran en los tejidos de las plantas con unos órganos llamados haustorios, son como raicillas que penetran en las células vegetales y absorben los nutrientes necesarios para vivir. Esta es la parte que no vemos.
- Hacia el exterior, lo que sí vemos, lo que se desarrollan son los típicos pelos blancos del oídio que se ven sobre las hojas y que sumado a los micelios dan ese aspectos cenizo. Estas estructuras son los conidióforos, que no son más que un conjunto de conidios, son unos pequeños «huevos» y hay miles y miles de ellos en cada hoja infectada. Esta sería una reproducción asexual.
- De la reproducción sexual se generarían los cleistotecios, de ellos hablaremos un poco más abajo.
- Desde un conidio:
- El hongo puede desarrollarse directamente desde un conidio y repitiendo el proceso, se generan haustorios y conidióforos que a su vez generarán más conídios.
- Desde un cleistotecio que permanece latente en yemas o en la corteza:
- La estructura del cleistotecio es como un huevo que alberga ascosporas y se forma por reproducción sexual.
- En el caso de los cleistotecios, al haber condiciones óptimas lo que ocurre es que brotan las ascosporas que se desarrollan, solo que esta vez con información genética cruzada entre la parte masculina y femenina del hongo.
Te dejamos un esquema muy básico para que lo veas más claro:
Sabemos que cualquier micólogo se echaría las manos a la cabeza con nuestro resumen tan básico pero, nosotros como jardineros, aunque hemos recibido formación al respecto, no somos botánicos ni pretendemos explicar aquí minuciosamente el ciclo vital de los hongos, pero si tienes alguna pregunta, no dudes hacerla en los comentarios, que intentaremos responder.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE?
Uno puede pensar, bueno, ¿y qué?¿qué más me da algo de polvillo gris en mis plantas? Pues es cierto que «algo» de polvillo no importa, pero rara vez se da la condición de que se quede en «algo» de polvillo. Son tantas las esporas (ascosporas) o conidios desarrollándose, volando y adhiriéndose a las plantas, que en un alto porcentaje de casos, si no se controla, se desarrollará con virulencia.

Fuerte brote de oídio en rosal
Se reducirá la fotosíntesis, ya que las hojas estarán cubiertas de polvo grisáceo. Como consecuencia se reduce la tasa de crecimiento vegetal. Entonces, lo sano debe «trabajar» más, aumentar el proceso respiratorio generando un aumento del consumo de energía (ATP). Los azúcares de los frutos disminuirán, ya que se han usado para generar energía. Directamente sobre los frutos, esta enfermedad seca las pieles o cáscaras y reduce su velocidad de crecimiento, pero como la pulpa sigue creciendo terminan por quebrar y se abren fisuras por donde entrarán otros patógenos generando otras enfermedades, por ejemplo, botritis. Otro daño habitual es el aborto floral, impidiendo el cuajado de los frutos.

Oídio en peciolo de flor de rosa
¿POR QUÉ SALE?
Los factores están bastante identificados:
- Factores humanos: exceso de abonos nitrogenados (si quieres saber más de abonos nitrogenados consulta nuestro artículo sobre este tema).
- Aspectos ambientales:
- Temperatura:
- entre los 15 y 28ºC el hongo está como en casa.
- A los 35ºC hace mucho calor y se detiene el desarrollo, que no es lo mismo que lo mate.
- A los 40ºC ya sí, se muere.
- Humedad:
- Si es alta, a partir del 50%, se favorece el desarrollo de los conidios.
- Si llueve a cántaros se frena la enfermedad.
- Es importante aclarar que:
- Temperatura:
El agua no favorece la aparición de oídio, de hecho la frena. Es la humedad elevada lo que activa a este hongo.
-
- Viento: es el vector que mueve de un lado para otro al hongo, es decir, no nos conviene nada. Otros vectores son nuestras herramientas, ropas y maquinaria, a las que se adhiere alguna parte del hongo y genera nuevos brotes.
¿CÓMO LO IDENTIFICO?
Reconocerlo es fácil, ese aspecto cenizo y algodonoso es inconfundible. Donde primero lo vas a ver es en las partes más tiernas de la planta y sobre todo en las hojas, por el haz, la parte que recibe sol. Empieza como círculos pequeños que terminan por unirse y cubrir grandes superficies de la planta y que por el envés de la hoja aparentan como manchas necrosadas. Si no se toman medidas y la enfermedad persiste las plantas terminan por abarquillarse, secarse y caerse.
Si sobre un mismo ejemplar aparece una y otra vez la enfermedad puede llegar a debilitarlo lo suficiente hasta que muera.
En ocasiones lo primero que aparece son manchas aceitosas en el haz de la hoja, confundiéndose con Mildiu y que no tienen aparentemente ningún indicio de ese polvillo grisáceo, ni en el haz ni en el envés.
Manchas aceitosas en haz de hoja de rosal
En zonas ya lignificadas, es decir, sobre madera, es más como manchas verde oscuras que van creciendo y se vuelven color chocolate.
¿CÓMO LO COMBATO?
- Lo primero es PREVENIR:
- No plantar ejemplares muy juntos o demasiado denso o tupido. Así se producen ambientes propensos, si sale la enfermedad es más difícil que los productos penetren. Plantar dejando espacio entre especies evita que se propague con rapidez entre un ejemplar y otro.
- Eliminar malas hierbas. Son las mejores plantas para albergar oídio y favorecer su multiplicación.
- Dar tratamientos para fortalecer al cultivo, por ejemplo a la viña se le dan tratamientos para fortalecer las paredes celulares y así evitar se quiebren por el hongo.
- Dar tratamientos preventivos en las épocas más peligrosas. Ya hablamos al principio de que el Cabildo de Tenerife tiene sus propios avisos a través de AgroCabildo. Muchas comunidades autónomas y regiones de diferentes zonas del planeta tienen este tipo de servicios. Es bueno informarse y utilizarlos para no malgastar nuestro tiempo tratando en momentos que no son los indicados.
- Hay una práctica muy usada en agricultura que es plantar rosales cerca de cultivos, ya que son de las primeras especies en ser víctimas de oídio. Al verlo podemos tratar esos rosales y considerar que son una señal de que debemos tratar el resto de plantas sensibles a este hongo.
- Si la prevención no es suficiente y aparece el hongo podemos TRATAR CON FUNGICIDAS DE CONTACTO:
- El tratamiento elimina el hongo, pero no cura las partes afectadas de la planta, no se recuperan, por ello es recomendable que una vez tratadas, se eliminen las zonas afectadas y sacarlas del jardín para evitar se propaguen.
- Si como comentamos antes, las plantas afectadas están muy juntas, el fungicida de contacto no es buena opción, ya que si no alcanza alguna zona afectada por el hongo, será tratamiento en balde, por eso muchas veces se recomienda acudir directamente a fungicidas sistémicos.
- No todos los tratamientos se dan en el mismo momento del cultivo. Por ejemplo, en la viña existen tratamientos preferiblemente para el momento de formación de racimos.
- Siempre leer etiquetas de los productos y si no es suficiente acudir a un ingeniero agrícola o jardinero cualificado que pueda orientarnos.
- Dependiendo de la magnitud de la infección es posible que no baste con fungicidas de contacto y haya que tratar directamente con FUNGICIDAS SISTÉMICOS:
- Un fungicida sistémico es aquel que aunque no alcance físicamente al patógeno, al ser un producto que entra en los conductos de la savia (xilema y floema), a través del flujo llegará a todas las partes de la planta (el símil sería como cualquier medicamento que nos tomamos nosotros, que aunque nos duela la boca, la pastilla nos la tomamos y llega al estómago, donde se disuelve y pasa al riego sanguíneo). De esta manera nos aseguramos el tratamiento a toda la planta.
- ¿Qué producto?:
- Fuaaaaaaaa!!, eso es como preguntarle a un médico qué me tomo si me duele algo. Evidentemente el médico tiene que saber por qué te duele y ver que producto es el mejor para el tipo de persona que tú eres, si tienes el estómago sensible evitará medicamentos que te causen malestar estomacal.
- Ya dijimos que hay varios tipos de oídio para según que cultivo. Y en consecuencia existen varios tipos de productos.
- Las materias activas que «AHORA» (es probable que en un tiempo haya desaparecido o aparecido alguna) están autorizadas son:
- Aceite de naranja, Azufre, Bupirimato, Carbonato de hidrógeno de potasio, Cipermetrin, Fenpiroximato, Tebuconazol, Ciproconazol, Difenoconazol, Metil, Tiofanato, Metrafenona, Miclobutanil, Piraclostrobin, Tetraconazol, etc.
- Para conocer más sobre materias activas en función del cultivo y de la enfermedad o plaga, te aconsejamos eches un vistazo a la página del ministerio de agricultura y pesca, alimentación y medio ambiente.
- RECOMENDAMOS: no usar ninguno si no estás formado y aún estándolo, documentarse antes de aplicarlo.
LOS VENENOS NO SON NINGÚN JUEGO, SON PELIGROSO PARA QUIEN LOS APLICA MAL Y PARA QUIENES ESTÁN ALREDEDOR SI NO SE HACE EN LAS CONDICIONES ÓPTIMAS
Deja una respuesta