Abonado, Bases de la producción vegetal, Jardines Chinamada
¿QUÉ SON LOS ABONOS? (2ª parte)
Hoy continuaremos con el tema de los abonos, tal y como hicimos en nuestro anterior artículo, y empezaremos por hacernos la siguiente pregunta:
¿QUÉ NECESITA UNA PLANTA PARA CRECER?
Todo comienza con una semilla latente, que al entrar en contacto con el agua, a una temperatura adecuada y en oscuridad bajo la tierra, la planta comienza a germinar.
En este primer momento las necesidades de nutrientes son nulas, ya que el origen de los recursos para su eclosión provienen todos de las reservas que contiene la semilla. Una vez que se desarrollan las raíces y aparecen las primeras hojas verdaderas, la planta empieza a necesitar de otros requerimientos:
- Agua: que la obtiene cuando regamos o por medio de la lluvia.
- Aire: que nos rodea a todos.
- Energía: que se la da el Sol.
- Minerales: que inicialmente deberían existir en el suelo, pero si por alguna causa, no están, entonces es cuando nos plantearemos la posibilidad de un abonado mineral.
Centrémonos entonces en este artículo en los ABONOS MINERALES.
¿QUÉ MINERALES NECESITA UNA PLANTA?
Bueno, tú, como ser humano tienes la capacidad de meterte en la boca un trozo de carne, de manzana o un plato de potaje. Lo tragas, lo digieres y tu cuerpo se encarga de degradar cada tejido, y dejarlo en las condiciones necesarias para que pase a formar parte de tus órganos. Es todo un proceso con millones de reacciones químicas y físicas que además requiere de un órgano complejo que gestione todo, tu cerebro.
Ahora pensemos en una planta, ¿qué medios tiene ella para realizar el mismo trabajo que has hecho tú con la carne, la manzana o el potaje? Es evidente que no los tiene, por eso a ella hay que darle los alimentos ya degradados, en forma de MINERALES ASIMILABLES.
Los minerales son básicamente los siguientes macro- y micro- elementos. La manera y forma en que son asimilados por las plantas, tema bastante más complejo, lo trataremos por separado para cada elemento en diferentes entradas del blog:
Los MACROELEMENTOS, son los que necesitan las plantas con más abundancia:
- N (nitrógeno)
- P (fósforo)
- K (potasio)
- Ca (calcio)
- Mg (magnesio)
- S (azufre)
Los MICROELEMENTOS, los que necesitan en menor cantidad, pero no por ello carecen de importancia, todo lo contrario:
- Fe (hierro)
- Zn (cinc)
- Cu (cobre)
- Mn (manganeso)
- Mo (molibdeno)
- B (boro)
- Cl (cloro)
- Co (cobalto)
- V (vanadio)
- Si (silicio)
Tanto el H (hidrógeno) como el O (oxígeno) los obtiene la planta del agua y el aire y el C (carbono), lo obtiene del CO2 del aire durante el proceso de la fotosíntesis.
¿Y CÓMO SÉ CUÁNDO DEBO ABONAR?
Este es el momento donde se suele necesitar un jardinero formado que reconozca las carencias de las plantas. Lo que se suele hacer de forma preventiva o al notar los primeros síntomas de deficiencias nutricionales de los tres principales macroelementos (N, P y K), es añadir un abono compuesto o complejo que contenga estos tres elementos.
¿Por qué estos tres y no otros? La razón es porque son los elementos que la planta consume en mayor cantidad y los primeros que van a desaparecer del suelo. Y por tanto, los primeros que la planta reclamará.
Si las carencias son más específicas, por ejemplo de hierro, magnesio o cualquier otro elemento, entonces la cosa se complica bastante, eso requiere de la observación de alguien experimentado e incluso en ocasiones, de análisis de suelo o foliares para determinar con exactitud que elemento está escaso e impidiendo un crecimiento óptimo.
Más adelante haremos un artículo sobre las carencias intentando dar algo de luz a este tema, que como decimos requiere de mucha experiencia.
¿Y CÓMO SE LOS ADMINISTRO A LAS PLANTAS?
La manera de administrarlos es a través de productos comerciales. Los principales abonos minerales que se venden actualmente son los que en su composición prevalecen los elementos N-P-K, también llamados «Nitrofoska».
Aquí en Tenerife tenemos la empresa de Canarias Explosivos, uno de sus abonos más famosos es el «arcoiris» llamado así por los colores que tienen las bolitas que forman el abono.
Usemos este ejemplo para indicar qué estamos aportando al aplicar un abono N-P-K. En el envase podemos ver: 13-13-21-(19). Esto significa que el abono tiene:
- 13 % de N: 13 gramos de N por cada 100g.
- 13 % de P: 13 g/100 g.
- 21 % de K: 21 g/100 g.
- Y en este caso 19 % de S: 19 g/100g.
Ya para ir terminando este artículo solo indicar una cosa que debe quedar clara: el uso de abonos minerales debe ser usado con cautela, puesto que sus componentes pueden causar irritación o intoxicación y además se debe tener en cuenta que el uso excesivo causa contaminación de acuíferos y desertización. Por eso aconsejamos siempre el uso moderado e informado.
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